Esta entrada presenta dos variables: una es La Segunda Guerra Mundial y la otra es la animación japonesa; pero para simplificar los términos, la llamaremos “anime” como se le suele llamar popularmente. Estas dos variables son, en sus distintos matices, fenómenos muy influyentes en la sociedad japonesa.
Las
consecuencias del paso de una guerra son de un precio muy alto y Japón lo sabe
muy bien. Muchas veces las heridas que nacen con ellas tardan muchos años en
sanar e inclusive décadas. El caso de Japón es especial si nos contextualizamos
en la Segunda Guerra Mundial ya que como se sabe, fue la única víctima de las 2 calamitosas bombas nucleares utilizadas en 6 años de guerra.
Significando esto no solo el inicio del fin de la guerra con más muertos en la
historia, sino, el desmoronamiento social, político y económico del país
asiático. Este intento de asumir las consecuencias de la guerra se han
evidenciado en distintas políticas a los largo de los años. Dentro de esos
intentos está el “Monumento de la Paz de Hiroshima” o el “Cementerio estatal
para las víctima de la guerra”; siendo los ejemplos quizás más representativos.
Sin embargo, no son los únicos. También se han mostrado, entre distintas
maneras, en el anime.
El “anime”[1] es la palabra con la cual
se le denomina a la animación realizada en Japón. Esta tiene una
gran tradición y a groso modo se diferencia de la norteamericana por
dos razones: el estilo de la animación y que los temas que presenta suelen ser
más profundos o aborda ciertas problemáticas desde perspectivas
más reflexivas por decirlo de alguna manera. El anime se ha convertido en una gran industria saliendo cada
cuatro meses alrededor de 15 a 20 series distintas abordando muchos temas y
dirigidas a todo tipo de público y en donde el tema de la Segunda Guerra Mundial no se ha
escapado de ello.
El siguiente artículo realizará un análisis a dos de las obras más importantes
de la animación japonesa que se contextualizan en el periodo de la Segunda
Guerra Mundial, –Hotaru No Haka o La
tumba de las luciérnagas y Hadashi No Gen
o Gen de pies descalzos–. El objetivo del análisis es entender en primer lugar
a la sociedad japonesa durante la guerra mirándola desde dos perspectivas
distintas: el del hijo de un marino que fue a la guerra (La Tumba de las
luciérnagas) como también, la mirada del hijo de un agricultor (Gen de pies descalzos). Y en segundo
lugar, reconocer la importancia de este tipo de arte en la intensión de una
reconstrucción social.
·
Japón
durante la Segunda Guerra Mundial
Militarmente,
Japón tuvo un papel muy activo en la guerra. Habían realizado distintas
ocupaciones y obtenido distintas victorias que reafirmaban el poderío que
tenían. El auge militar japonés claramente coincidía con el dominio que aún
tenía el "EJE" durante la mayoría de años de la guerra. La gran cantidad de
soldados, armas y máquinas, las invasiones a Indochina Francesa, el ataque a la base Pearl Harbor son algunos de los
argumentos que justifican esa idea. Sin embargo, esa tendencia no se mantuvo.
Cuando
la guerra ya estaba cerca de su final con las Potencias del Eje prácticamente
derrotadas y con ello desmoralizadas; sucede un hecho trascendental para la
historia de Japón y del mundo. Para los comienzos de 1945, Mac Arthur, líder
de la contra ofensiva americana ya había recuperado varias islas del Pacífico
Oriental. Estas son las Filipinas, Okinawa, entre otros. Pero claramente el
deseo principal era la ocupación del mismo Japón que años antes había atacado por
sorpresa a Pearl Harbor. Es así que
el día 6 de agosto de 1945, los norteamericanos lanzaron la primera bomba atómica
–apodada como Little Boy– sobre Hiroshima y tres días después, ante la
negación de rendición por parte del emperador Shōwa, lanzaron la
segunda bomba –Fat
Man– en Nagasaki.
Luego de este
hecho las fuerzas japonesas no tuvieron más opción que rendirse. Habían sufrido
un duro golpe por el impacto que tuvo y la sorpresa que generó el saber que
existía una arma como tal. La inevitable rendición de Japón se dio en el
acorazado Misouri entre Mac Arthur y los representantes del gobierno japonés.
Marcando así el inicio del fin de la guerra y un país devastado.
·
El
anime en la guerra y la posguerra
Para
aquella época ya existía la animación en Japón y la guerra no
los hacía reacios a abordar los temas de aquella coyuntura. Es así que en estos
tiempos aún podemos recuperar trabajos como el de Kenzō Masaoka con la excelente pieza de Osaru no Sankichi bokusen
o Sankichi el mono (1942), en donde se muestra un conflicto bélico aéreo
entre los monos y osos que representan al parecer a los japoneses y a los soviéticos.[2] Entre
el mismo año y el siguiente salió Momotarō no Umiwashi o Las águilas marinas de Momotarō (1942) de la mano de Geijutsu
Eigasha.[3] En la cual recrean el
ataque a Pearl Harbor. Posteriormente, salen algunos trabajos en las cuales hacen algún tipo de referencias bélicas.
Pero las mencionadas son las más importantes de la época por la gran audiencia
que tuvieron a pesar del contexto.
Durante
la posguerra, la industria del anime también sufrió las consecuencias de la
pérdida y la presencia de este tipo de animación escaseó durante un buen
tiempo a pesar de la necesidad de cerrar las heridas. La animación norteamericana
alcanzó gran renombre mediante la marca de Walt
Disney. De hecho, si querías olvidarte de los problemas, leer un manga o ver un anime era
algo que lo permitía. Con la llegada de las décadas de los 70 y 80, Japón entra
en una etapa de recuperación económica, aunque engañosa, pero que permitió que
el anime evolucione y surjan una gran cantidad de series animadas que crearon
las bases para que este se popularice no solo en su país, sino a nivel
mundial.
El estudio de animación GHIBLI (1985) fue una de las marcas que
forjaron esas bases. Sus fundadores, Hayao Miyazaki e Isao Takahata, crearon
obras de gran impacto por los temas que trataban y como lo abordaban; y además,
fueron personas que vivieron la guerra en carne propia. Es así que, por medio
de este estudio, salen a la luz una de las fuentes que vamos a analizar y que es
una de las obras más representativas del estudio: “La tumba de las luciérnagas” dirigida por Isao Takahata del año
1988. Y por el otro lado, mediante el ahora muy reconocido estudio de animación
Madhouse (1970): “Hadashi No Gen”, que tiene dos partes; la primera
dirigida por Mori Masaki y la segunda por Toshio Hirata.
II: ANÁLISIS: La tumba de las luciérnagas y Hadashi No Gen
II: ANÁLISIS: La tumba de las luciérnagas y Hadashi No Gen
Es
verdad, cuando vemos las dos películas, encontramos un aspecto que resulta
trascendental: el drama. Si bien los protagonistas de las dos películas son
niños, el público al cual va dirigido no el mismo. Es un sello por parte de las
animaciones japonesas: casi la totalidad de ellos son protagonizados por niños
pero no todos son dirigidos a un público infantil. Muchos de ellos tocan temas
muy profundos difíciles de entender incluso para un adulto.
Las
películas te muestran de manera muy explícita el horror de la guerra.
Seguramente el caso de La tumba de las
luciérnagas es algo más desgarrador. La historia, que está basada en la
novela homónima de Akiyuki Nosaka, se ubica meses antes de la rendición de
Japón en la que las fuerzas Aliadas acosan constantemente a diversas ciudades antes del
lanzamiento de la primera bomba nuclear. Se entiende que los dos protagonistas:
Seita y Setsuko (hermano mayor y hermana menor), son hijos de un marino. Es por
eso que tienen una posición medianamente acomodada pero no dejan de sentirse
vulnerables ante los amedrentamientos de las fuerzas enemigas. Seita, posee un
sentimiento nacional muy fuerte. Tiene muchas esperanzas en las fuerzas
militares de su país. Esperanzas que podrían ser justificadas justamente por
esa relación con el padre que es un militar. Cuando vemos Hadashi No Gen no nos encontramos con el mismo caso. El
protagonista, Gen, tiene una familia sin ningún tipo de parentesco militar, más
bien, viven de la agricultura y otros trabajos manuales, y en un diálogo el
padre de este, reclama el desistir de la guerra de una vez. Claramente son dos
sentimientos distintos. Por un lado, el estar cegado y defender una guerra perdida
y por otro la mirada más realista por parte de la población común.
“Hombre
1: — Nuestro viento
divino llegó después de rendirnos. Era de esperarse.
Seita: — ¿De qué habla? ¿Rendirnos? ¿A caso perdimos la guerra?
Hombre 1: — ¿A caso no lo habías escuchado?
Seita: — Es imposible, ¿Japón perdió? ¿El gran imperio japonés fue derrotado?
Hombre 2: — Si, se rindió incondicionalmente.
Seita: Pero, ¿Qué hay acerca de la flota?
Hombre 2: — ¡Ay niño! Todos destruidos, enviados al fondo del mar, no ha quedado ni uno a flote.
Seita: — ¡¿Qué?! ¿Entonces el barco de mi padre también fue hundido? ¿Por eso no ha escrito?
Hombre 2: — ¡Ah! como podría yo saberlo. La tumba de las luciérnagas (min: 1:13:00)”
Seita: — ¿De qué habla? ¿Rendirnos? ¿A caso perdimos la guerra?
Hombre 1: — ¿A caso no lo habías escuchado?
Seita: — Es imposible, ¿Japón perdió? ¿El gran imperio japonés fue derrotado?
Hombre 2: — Si, se rindió incondicionalmente.
Seita: Pero, ¿Qué hay acerca de la flota?
Hombre 2: — ¡Ay niño! Todos destruidos, enviados al fondo del mar, no ha quedado ni uno a flote.
Seita: — ¡¿Qué?! ¿Entonces el barco de mi padre también fue hundido? ¿Por eso no ha escrito?
Hombre 2: — ¡Ah! como podría yo saberlo. La tumba de las luciérnagas (min: 1:13:00)”
“Gen: — Me
gustaría saber si tendremos suficiente comida.
Padre: — SÍ, hijo, cuando la guerra acabe.
Gen: — ¿Cuándo acabará?
Padre: — No tardará mucho, Japón ya perdió la guerra.
Gen: — ¿Por qué seguimos peleando si ya perdimos la guerra?
Padre: — ¿Por qué? Porque nuestro gobierno está dirigido por locos. Son unos estúpidos locos todos ellos.
Gen: — Padre, no digas eso. Podrían acusarte de traidor o algo.
Padre: — ¿Traidor? ¿Cobarde? Esas palabras no significan nada para mí. De hecho he llegado a pensar que me sentiría orgulloso si me dijeran cosas así. Esta guerra no puede estar bien pero solo los cobardes como yo nos atrevemos a decirlo. Si al menos hubiera más como nosotros. ¿Sabes? A veces es más valiente no luchar por luchar, no matar cuando todo a tu alrededor reclama sangre. Ese es el verdadero valor a mi parecer. Hadashi No Gen (min. 23:00)”
Padre: — SÍ, hijo, cuando la guerra acabe.
Gen: — ¿Cuándo acabará?
Padre: — No tardará mucho, Japón ya perdió la guerra.
Gen: — ¿Por qué seguimos peleando si ya perdimos la guerra?
Padre: — ¿Por qué? Porque nuestro gobierno está dirigido por locos. Son unos estúpidos locos todos ellos.
Gen: — Padre, no digas eso. Podrían acusarte de traidor o algo.
Padre: — ¿Traidor? ¿Cobarde? Esas palabras no significan nada para mí. De hecho he llegado a pensar que me sentiría orgulloso si me dijeran cosas así. Esta guerra no puede estar bien pero solo los cobardes como yo nos atrevemos a decirlo. Si al menos hubiera más como nosotros. ¿Sabes? A veces es más valiente no luchar por luchar, no matar cuando todo a tu alrededor reclama sangre. Ese es el verdadero valor a mi parecer. Hadashi No Gen (min. 23:00)”
Sobre
la situación de la guerra, las dos películas nos muestran aspectos muy
parecidos: la escasez de alimentos, la falta de abastecimiento en los
hospitales, el miedo generado por las amenazas, los refugios, entre otros temas.
Esto nos demuestra pues como la era la realidad durante los años de la guerra
en Japón. Es muy interesante este enfoque que le dan las dos películas porque
como lo dije anteriormente, lo que salía sobre la guerra y durante la guerra eran especies de
recreaciones bélicas. Sin embargo, los temas evolucionan y ahora es meramente realista y social. La crudeza de la guerra te la muestran tajantemente. La escena del
encuentro entre Seita y su madre casi muerta es simplemente impactante y es el
ejemplo de cómo eran tratados los enfermos y caídos de guerra durante la
coyuntura.
Sin
duda, Gen de pies descalzos tiene más
referencias sobre la guerra. La tumba de
las luciérnagas es el caso de dos niños huérfanos que tendrán que
sobrevivir solos casi la mayor parte del tiempo luego de la muerte de su madre.
En un país donde escaseaban las cosas, los muchachos tendrán que batallar por
sobrevivir. El dramatismo es muy intenso en la película. Si bien se utiliza
mucho el contexto, las escenas y el sufrimiento giran en torno a valores
personales de los distintos personajes como el de la tía egoísta, el
obstinamiento de Seita o la ternura de Setsuko pero, no resultado de la guerra
directamente aunque inherente.
En
el caso de Hadashi No Gen todo pasa por la guerra y existen más referencias históricas. Esta película
trata sobre lo que tendrá que pasar Gen y su madre luego de ser unos de los pocos
sobrevivientes de la bomba en Hiroshima. Hacen referencia a la hora del
lanzamiento, la declaración por radio en la cual Japón se rinde, las
repercusiones de la misma bomba: los desastres físicos, los rezagos biológicos.
Mucha gente muere a raíz de los efectos posteriores y lo muestran de manera
cruda. Una sociedad dominada no solo por el hambre, sino la desesperación de la
muerte alrededor suyo, las enfermedades, a la falta de apoyo y esta se
evidencia en la misma muerte y en la locura.
![]() |
Los relojes se pararon a las 8:15 hrs. Momento en la cual se lanzó el LittleBoy. (Hadashi no Gen: min. 31:44) Imagen derecha: Blog Fogonazos. |
Los
personajes principales en las películas son distintos ya que representan cosas
distintas, casi opuestas. Mientras Seita representa al dolor, el sufrimiento;
Gen, da una idea más de optimismo, tiene una actitud distinta. Aunque hay que
decir que en ese aspecto Gen es más joven y tiene actitudes más infantiles. Sin
embargo, muestran bastante bien las necesidades de la época, te revela una
realidad y lo difícil que debió haber salido de ese hoyo.
Sin
duda, te muestran una realidad cruda y despiadada. Isao Takahata representa de
manera estupenda el dolor de los dos hermanos. Tanto así que se puede decir que
es gracias a su propia vivencia como testigo de la guerra. El caso de Seita y
Setsuko pudo haber sido el caso de miles de niños que quedaron huérfanos y
tuvieron que afrontar la vida solos. No es ficción totalmente.
Hadashi
No Gen utiliza una técnica distinta. En esta obra son muy utilizados los
simbolismos. La muerte es retratada por calaveras y el fuego; la locura es
espectacularmente montada. Es interesante no solo ver a Gen, sino a las demás
personas. Es verdad que suceden hechos un poco menos creíbles como la rapidez
con la que asumieron la muerte de sus familiares e inclusive la aparición de un
chiquillo idéntico al hermano. Pero si analizamos el trasfondo, nos encontramos
con realidades distintas. Mientras en La tumba de las luciérnagas nos muestran
a una sociedad ingrata, egoísta, individualista, adolorida desde una visión del
hijo de un marino; en Hadashi No Gen vemos a una sociedad más optimista, que
inclusive luego de la locura puede invitar un poco de leche materna a una niña
que no es la suya u hospedar a un desconocido cuando no tienen ni que comer. En
Hadashi están también muy cerca de la muerte, también hay niños enfermos que no
soportan las consecuencias de los ataques, ellos son los sobrevivientes de la
bomba en Hiroshima pero de alguna manera representan a la esperanza; sobretodo
por Gen, portador de las ideas de su padre.
![]() |
Las consecuencias de la guerra. (Hotaru no Haka: min. 01:10:45) Imagen derecha: Blog Fogonazos. |
CONCLUSIONES
Es
innegable el papel que juegan los medios audiovisuales para formar una relación
entre el pasado y el presente de manera que pueda llegar a conocerse y
entenderse. La tumba de las luciérnagas y
Gen de pies descalzos son un espejo. Un espejo de la sociedad, de la
realidad, el sufrimiento de aquella época y que sea hecho con un estilo animado
no le quita esa carga real; es un medio más para conocerla.
El
caso de Japón es trascendental. Estas películas son de la década de los 80;
cuando no habían pasado ni cincuenta años de los hechos. Gente que vivió dicha
época lo tomaron también como un medio de reivindicación social. No de olvido,
de memoria. Estas películas aportaron a conocer un pasado colectivo y
reconstruir una nación partiendo también de ello. El éxito de estas películas
fue importante en los años que salieron y hasta el día de hoy son considerados
obras de culto y de las muestras más importantes de cine antibelicista. Son el
intento de cerrar algunas heridas que aún no sanaan y que necesitan ser
curadas.
[1] No se tiene muy en claro el origen de
la palabra anime, pero si como era
llamada anteriormente: “Japanimation”. Anime
quizás derive de la abreviatura de la transcripción japonesa de la palabra animation.
[2] El corto lo podemos encontrar en el
siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=OTKCfyBKvhw
[3] Un fragmento del corto lo podemos
encontrar en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=TUJOVHk9mW8
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