FICHA:
Estudio: MADHouse
Director: Satoshi Kon
Episodios: 13
Géneros: Psicológico, Policial, Thriller
Año: 2004
Cuando más piensas que el anime se está yendo a la misma mierda, aparecen series como esta. Ok ok, doy las gracias a todos los tipos y tipas que consumen fanservice, de alguna manera el anime sobrevive económicamente gracias al dinero que gastas en comprarte muñequitos de "Rias Gremory desnuda", está bien, gracias. Sin embargo, eso pocas veces va en paralelo con la calidad de una serie.
Apenas vez el primer capítulo de Paranoia Agent y te das cuenta que quien lo hizo está loco; que quien lo hizo está casi obsesionado en rebuscar las mentes de las personas hasta encontrar lo más asqueroso de ellas: el odio, la envidia, el arribismo, y otros sentimientos más. Además, lo hace de manera tan espectacular que a manera de acertijo te preguntas: ¿quién pudo haber hecho esto? Y no puede ser otro más que el gran Satoshi Kon. Sí "otako", el mismo de Perfect Blue, Sennen Joyuu y Tokyo Godfathers, ah claro, y de Paprika; completamente inconfundible, tanto que cuando hablamos de Satoshi Kon es imprescindible también hacerlo de Hiroyuki Okiura, Kenichi Konishi, Tomoyuki Shitaya, Kouichi Arai y otros tipos más de nombres casi impronunciables para nosotros pero que colaboraron con Satoshi en más de una vez y que merecen por lo menos una mención en este remedo de artículo escrito en un remedo de blog. Colaboran con Satoshi en Paranoia Agent, en Parika y otros más; y es que la animación lo deja muy evidente. En definitiva, el mundo del anime trata de mantenerse balanceado en calidad gracias a ellos. Aún no está todo perdido.

No me gastaré hablando de cada uno de ellos o de cada historia pero si es esencial hablar de Tsukiko Sagi ya que desde ahí se arma la trama. Ella es una joven creadora de la figura más vendida e influyente de Japón. Esta figura se llama Maromi y está en todos lados: muñecos, mochilas, llaveros, polos; el éxito de Maromi es tal que los jefes del lugar donde trabaja le exigen que cree una figura más, aprovechando el éxito que tiene. Tsukiko está en un ambiente de trabajo con aliento a envidia por parte de sus compañeras que no reconocen que una joven tenga tal éxito. Es así como tiene una importante carga gracias a la envidia, el estrés, la presión de la fama y sobretodo (punto que revelará después la historia) que la creación de Maromi no es casual o propio de la creatividad, sino que encierra una historia. Maromi es su escape a la realidad, el escape o negación a dicha historia. Un día por la noche, es "atacada" por "el chico del bate" quien suele darles un golpe en la cabeza. Los agraviados lógicamente denuncian el acto, sin embargo, posteriormente todos declaran que tras el golpe les nació un sentimiento de libertad o de satisfacción.
Es así pues como la obsesión, el maltrato escolar, la doble personalidad, la envidia, las ganas de poder, de dinero; entre otros aspectos, son métodos o resultados de querer alejarse de la realidad. El caso de los niños por ejemplo: uno estaba envidioso de la fama que había obtenido el gordito y no aceptaba haber perdido las elecciones y el respeto que los demás le tenían. Más bien el otro, quien había sufrido buyling en su anterior colegio, se portaba bien con todos y postuló al consejo o algo así para ganarse la aceptación de los demás. En los dos casos, "el chico del bate" se les presenta para darles un batazo a cada uno en la cabeza por intentar zafarse de su realidad engañándose a ellos mismos.

Solo un maestro como Satoshi Kon puede coger estos elementos comunes como un perrito de muñeco o idear a un joven con un bate y patines dorados; e historias completamente cotidianas para transformarlas en un análisis de la siquis humana mediante estas representaciones, dándole un aspecto medio macabro. Es muy evidente que cada segundo de la serie fue planeado, desde el principio hasta el final. Los mismos que intentan combatir al "chico del bate" no se escapan, todo está en la mente.
Se puede llegar a la deducción sobre porqué viene "el chico del bate": "eres un tipo con problemas y estas empecinado en negarlos" o algo así. Maromi, es un simbolismo que representa el deseo de que no aceptes esa realidad. Maromi desea que vivas en un mundo que no es real. Sin embargo, no me queda bien claro cual es la tarea del "chico del bate" ya que después de golpearte te da una sensación de tranquilidad. De todas maneras esto se dejó para dar libre interpretación y tu tendrás la tuya.
Bueno, decía que cada milímetro estaba bien pensado. Es paja desde el primer segundo que aparece el opening, dios mío que opening. No hay duda que para estos temas a Satoshi le encanta esta música y hasta el mismo grupo, ya que la banda Susumu Hirasawa también serán los que pondrán el ending (Shiroi Oka) a esta misma serie y el opening a Paprika.
Execelente este opening, la música va muy bien acompañada con las imágenes donde todos los protagonistas no dejan de reír y reír con euforia como si se hubieran metido kilos de crack y se olvidaran del espacio tiempo; y el ending va por el lado que cae perfecto con una serie que te va a hacer pensar.
Opening: Yume no Shima Shinen Kouen de Susumu Hirasawa
La animación es muy realista y la hicieron los mismos que hicieron Paprika (no te digo que muchas veces trabajan juntos estos tipos). Me gusta mucho esta clase de animación más real. Definitivamente esto no hubiera sido igual si la animación hubiera sido tipo Madoka Magica o Clannad (que asco).
Sin duda, esta es una obra maestra. No la considero la mejor de Satoshi pero es de lo mejor que cualquiera pueda encontrar. MADHouse lo hizo otra vez. La manera de como aborda la psicología de las personas, el simbolismo, el surrealismo y las distintas técnicas de animación para crear realidades alternas, explotar su enfoque para realizar un análisis de la sociedad; hacen a esta serie un bocado exquisito para cualquier gordo tragón de obras de arte. Excelente. Comenten pes, no les voy a cobrar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario